Donald Trump firmó una orden ejecutiva que levanta las famosas restricciones sobre la cantidad de agua que puede usar un cabezal de las regaderas, algo que había estado pidiendo el mandatario, pues aseguró que ha logrado que los baños vuelvan a ser geniales en los Estados Unidos.
Esta orden exige al secretario de Energía, Chris Wright, rescindir de inmediato la norma federal que había sido “excesivamente complicada” durante los gobiernos de Barack Obama y Joe Biden, siendo efectiva 30 días después de la publicación de este aviso.
Trump dijo que ahora podría darse un baño de manera eficiente y podrá cuidar de su cabello de la mejor manera posible, recordando que al mandatario no le gustan nada las medidas implementadas por los demócratas sobre el medio ambiente.
La norma que ha desechado limitaba la presión del agua en cada cabezal de regadera en el mercado a nueve litros de agua por minuto, una situación con la que el mandatario no estaba nada contento y era algo que buscaba desde su primer mandato como presidente.