Reformas a la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos para simplificar el régimen fiscal de Pemex y reducir su carga tributaria, creando el Derecho Petrolero para el Bienestar, en sustitución de los tres que actualmente paga la empresa por petróleo y gas, aprobó el pleno de la Cámara de Diputados.
Avalado en lo general con 374 votos de Morena, PVEM, PT y MC a favor, y 104 de PAN y PRI en contra, el proyecto fue remitido al Senado de la República para su análisis y eventual ratificación.
El dictamen presentado ante el pleno por la Comisión de Energía establece una tasa de 30 por ciento del Derecho Petrolero para el Bienestar, en el caso del petróleo, y de 11 por ciento en el gas.
Al fundamentar el dictamen de la Comisión de Energía, la diputada morenista Rocío Abreu subrayó que la reforma a la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum, plantea un nuevo esquema fiscal para darle oxígeno a Pemex y asegurar su rentabilidad.
“Se sustituyen tres derechos existentes, el de utilidad compartida, el de extracción de hidrocarburos y el de explotación de hidrocarburos por el Derecho para el Bienestar”, expuso.
En su turno, la también morenista Dolores Padierna señaló que la llamada cuarta transformación siempre ha pugnado por reducir la carga fiscal de Pemex.
Detalló que el nuevo régimen tributario flexible para la empresa permitirá reducir la carga fiscal si baja el precio del petróleo e incrementarla ligeramente si el precio del hidrocarburo sube, pero, en realidad, “la tasa siempre va a rondar en el 30 por ciento, en el caso del petróleo, y de 11 por ciento en el caso del gas natural y los condensados”.
No obstante, los legisladores del PAN y del PRI alertaron sobre la caída de los ingresos del gobierno federal y de las entidades federativas como consecuencia de la reforma.
El panista Héctor Saúl Téllez advirtió que la reducción de la carga fiscal de Pemex tendrá un impacto inmediato de 50 mil millones de pesos sobre las finanzas públicas, afectando particularmente a estados y municipios.
“En 2019, cuando llegó este régimen, Pemex contribuía con el 65 por ciento de sus ingresos brutos a la hacienda pública. Ha sido tal la reducción que hoy solo se paga el 30 por ciento de los ingresos brutos de Pemex. Y con estas reducciones se dejan de hacer hospitales, se dejan de hacer escuelas, se deja de tener apoyos en seguridad”, puntualizó.
Por separado, el priista Emilio Suárez Licona remarcó que la reforma implicará una disminución inmediata en los ingresos públicos y generará un déficit fiscal que se habrá de compensar con otras fuentes de ingreso o recortes al gasto público.
“Los analistas ya estiman que este año el gobierno dejará de recibir más 700 mil millones de pesos, particularmente por la eliminación del derecho de utilidad compartida. La clave radica en entender cómo hará el gobierno para sustituir esos ingresos. La respuesta salta a la vista: asumiendo más deuda”, agregó.
El representante del tricolor denunció que la reforma insiste en seguir hipotecando el futuro del país, al exentar a Pemex del pago de obligaciones fiscales, sin cumplir la promesa de bajar los precios de las gasolinas.
“La gente sigue pagando 10 pesos de impuestos por cada litro, la gasolina está, aproximadamente, a 26 pesos. En sus manos está eliminar el IEPS y el IVA para que la gente y que la gasolina esté a los mismos precios que en Estados Unidos, como se comprometieron. Con esta reforma tendremos más deuda, gasolina más cara y peores servicios públicos”, indicó.
Al fijar la posición de MC a favor, la diputada Patricia Elizondo reconoció el riesgo de una “reducción significativa” de los recursos fiscales para financiar programas sociales y de infraestructura prioritaria.