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El Congreso del Estado aprobó por unanimidad la iniciativa que reconoce oficialmente una de las celebraciones populares más antiguas, profundas y representativas de la identidad yucateca.
La feria en honor a los Reyes Magos de Tizimín no solo es la fiesta religiosa más importante del sureste mexicano por sus tradiciones que atraen a miles de visitantes cada año, sino que ahora fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de Yucatán.
Previo a la edición 2026 que se aproxima, el Congreso del Estado aprobó por unanimidad la iniciativa promovida y presentada por el diputado Wilmer Monforte Marfil, reconociendo oficialmente una de las celebraciones populares más antiguas, profundas y representativas de la identidad yucateca.
De acuerdo con el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, esta declaratoria no solo protege una tradición, sino que honra un legado que ha trascendido más de cuatro siglos y que continúa vivo gracias al arraigo comunitario y al trabajo de miles de familias tizimileñas.
El diputado subrayó que esta celebración no se limita a un solo momento del año, sino que comprende un conjunto de manifestaciones que fortalecen la organización comunitaria, el sentido de pertenencia y la transmisión generacional de saberes y costumbres.
La aprobación de esta declaratoria representa un paso histórico para el municipio de Tizimín, reconociéndolo como sede de una de las fiestas populares más grandes del Estado y un referente cultural para toda la península.
En la sesión estuvo el alcalde de Tizimín, Adrián Quiroz Osorio, y representantes de la fiesta tradicional, como diputados de feria, miembros de los gremios y ciudadanos que asistieron a acompañar este importante momento.
Con el nombramiento, la Fiesta de los Reyes de Tizimín se incorpora formalmente al acervo patrimonial de Yucatán, consolidando su relevancia histórica y su papel como una de las celebraciones más emblemáticas del Estado.