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Lo envía a Naciones Unidas, tras escándalo de filtraciones de información militar en la aplicación Signal.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la nominación de Mike Waltz, hasta ahora su asesor de seguridad nacional, como el próximo embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, a unas semanas después de ser sujeto a escrutinio público por las filtraciones de información militar clasificada a la prensa, a través de un chat en la aplicación Signal.
En un mensaje publicado en su plataforma Truth Social, Trump confirmó el movimiento y destacó la trayectoria de Waltz.
“Desde su tiempo en el campo de batalla, en el Congreso y como mi asesor de seguridad nacional, Mike Waltz ha trabajado arduamente para priorizar los intereses de nuestra nación. Sé que hará lo mismo en su nuevo rol”, escribió.
El secretario de Estado, Marco Rubio, asumirá interinamente las funciones de asesor de seguridad nacional, algo no visto desde los días de Henry Kissinger en la década de 1970, lo que podría centralizar aún más en él la toma de decisiones. Ocupará el cargo mientras se designa un reemplazo permanente.
La nominación de Waltz marca el primer cambio significativo en el círculo cercano de Trump desde que asumió su segundo mandato en enero de 2025. Waltz, un excongresista por Florida y veterano militar condecorado había sido una figura clave en la formulación de la política de seguridad nacional de la administración.
Sin embargo, su salida del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) llega tras un período de controversia, particularmente debido al escándalo conocido como “Signalgate”, cuando en marzo de 2025, Waltz incluyó accidentalmente al editor de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, en un chat de Signal donde se discutían planes militares sensibles para ataques en Yemen contra militantes hutíes.
Esta filtración generó críticas tanto de demócratas como de algunos republicanos, quienes señalaron una falta de cuidado en el manejo de información clasificada. A pesar de que Trump inicialmente defendió a Waltz, calificando el incidente como un “error” y asegurando que no había información crítica comprometida, la posición de Waltz en la Casa Blanca se debilitó.