La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no descartó que su gobierno aplique aranceles recíprocos a los que impuso Donald Trump, aunque aclaró que primero se busca llegar a un acuerdo con Estados Unidos.
Afirmó que prefieren recurrir al diálogo antes de pensar en alguna otra medida, de ahí que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará otra vez a Washington esta semana.
“Aumentar 25 por ciento (el arancel), digamos, no lo descartamos, pero preferimos seguir el diálogo antes de alguna otra medida, pues representaría incrementos para los precios en México”, indicó la mandataria.
“Entonces, por supuesto que queremos proteger a la industria mexicana, pero estamos viendo si llegamos a un acuerdo previo”.
Ante los reclamos de la oposición que la acusa de ceder ante Trump, la mandataria mexicana defendió su decisión de no responder con medidas espejo a los aranceles del 25 por ciento que Washington impuso al acero, al aluminio, a la industria automotriz y a los productos fuera del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Sostuvo que su gobierno está todavía en negociaciones con Estados Unidos, por lo que esta semana Ebrard Casaubón viajará por sexta vez a Washington para dialogar sobre los aranceles.
“En la medida de lo posible queremos evitar poner aranceles recíprocos”, aseveró.
Asimismo, indicó que México quedó en una situación “mejor” que la de otros países en el esquema de aranceles que anunció Trump el miércoles pasado, porque quedaron exentos los productos dentro del T-MEC, lo que abarca sectores como el agropecuario, el eléctrico, el electrónico y otras manufacturas.
El objetivo de su gobierno es buscar un trato preferencial para México que le permita tener aranceles menores que otras regiones, como el 20 por ciento de la Unión Europea (UE) y el 34 por ciento de China, que anunció un gravamen recíproco para Estados Unidos la semana pasada.