El Papa Francisco sufrió este día dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, los cuales fueron causados por una acumulación considerable de mucosidad en los bronquios.
Ante ello, los médicos le practicaron dos broncoscopias para aspirar las secreciones y reanudaron la ventilación mecánica no invasiva. Pese a estos incidentes, el sumo pontífice se ha mantenido consciente, orientado y cooperativo en todo momento, afirmó la Santa Sede.
Un boletín oficial del Vaticano indica que, si bien los valores en los análisis de sangre permanecen estables y sin signos de infección, el cuadro clínico sigue siendo complejo. La acumulación de mucosidad responde a una neumonía en evolución, y los episodios recientes se deben a la reacción natural de los bronquios al intentar expulsar las bacterias.
La situación ha generado preocupación, especialmente por su edad y por su historial médico, ya que en su juventud se le extirpó parte de un pulmón. A pesar de los avances en su tratamiento, los expertos advierten que podrían presentarse nuevas crisis respiratorias en los próximos días.
En este contexto, el Vaticano ha confirmado que el Papa no presidirá los ritos del Miércoles de Ceniza ni los ejercicios espirituales de Cuaresma con la Curia Romana. Además, su ausencia en el Ángelus dominical ha sido notoria, limitándose a la difusión de su mensaje por escrito.
Mientras tanto, continúan las muestras de solidaridad y oración por la salud del Papa Francisco. Esta noche, el cardenal Robert Francis Prevost presidirá el rezo del Rosario en la Plaza de San Pedro, un acto que se ha repetido en las últimas semanas en señal de apoyo al sumo pontífice.