La Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) presentó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) un programa para combatir la problemática que enfrentan los cenotes, con el objetivo de cuidar y atender la contaminación de estos cuerpos de agua.
Carlos Estrada Pinto, rector de la UADY, junto con especialistas de la Facultad de Ingeniería Química, expuso la Estrategia integral para el Saneamiento y Protección de los cenotes en Yucatán a la titular de la Semarnat, Alicia Bárcena Ibarra, la semana pasada, aunque hasta hoy se dio a conocer.
La estrategia fue desarrollada por Diana Cabañas Vargas y Mariana Martín López, quienes son docentes e investigadoras de la Facultad de Ingeniería Química de la universidad yucateca.
Las autoras explicaron que el agua que corre por debajo de la Península de Yucatán es la principal fuente de abastecimiento en la entidad. Sin embargo, debido a la naturaleza calcárea del suelo, el agua se filtra rápidamente a través de fracturas y fisuras, lo que la hace altamente vulnerable a la contaminación.
Uno de los casos más graves son las descargas residuales de las granjas porcícolas, que han contaminado cenotes, provocando enfermedades en comunidades, como Sitilpech, en el municipio de Izamal, debido a una planta de cerdos ubicada un kilómetro afuera del pueblo.
Incluso, el gobierno estatal, así como el Colectivo Expedición, encabezado por Sergio Grosjean Abimerhi, se han dedicado a limpiar cenotes, sacando cualquier tipo de basura, plásticos, cristales, motocicletas, bicicletas e incluso medidores de energía eléctrica de la CFE.
“Estamos en una zona privilegiada por la disponibilidad de agua, pero las características del suelo hacen que se contamine fácilmente. Los cenotes son puertas abiertas que conectan directamente a los pobladores con los cuerpos de agua subterránea”, señalaron.
De acuerdo con las investigadoras, en la entidad existen entre siete mil y ocho mil cenotes, aunque hasta la fecha la Secretaría de Desarrollo Sustentable ha registrado solo alrededor de tres mil.
Ante este panorama, las académicas destacaron la urgente necesidad de sanear los cenotes contaminados y, al mismo tiempo, impulsar acciones y políticas públicas que aseguren su conservación a largo plazo.
La estrategia presentada propone un enfoque estructurado en cinco fases:
- Identificación de los cenotes a intervenir.
- Caracterización de los cuerpos de agua seleccionados.
- Detección de fuentes potenciales de contaminación.
- Trabajo comunitario, involucrando a pobladores y sectores industriales.
- Monitoreo continuo para prevenir la contaminación nuevamente.
“Un programa de saneamiento no termina cuando un cenote es limpiado. Es esencial mantener un monitoreo sistemático que permita detectar a tiempo los riesgos y establecer medidas de prevención”, enfatizaron.
Las investigadoras hicieron énfasis en establecer lineamientos claros para las actividades que afecten la calidad del agua en los cenotes y destacaron la necesidad de establecer normativas que regulen estas actividades, y se fomenten buenas prácticas y se garantice la protección de los cenotes a largo plazo.
Por su parte, el rector Estrada Pinto resaltó el papel fundamental del trabajo académico en la universidad y reiteró el compromiso institucional con la innovación y el desarrollo de proyectos de impacto social y ambiental.
“Estas iniciativas no solo buscan preservar los cenotes mediante un diagnóstico preciso y acciones de saneamiento, sino que también generan conocimiento para el diseño de políticas públicas que garanticen su conservación a largo plazo”, dijo.